Historia

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El treinta de Mayo de 1958 inicio operaciones Francisco Eva Hermanos Compañía Limitada en Managua, Nicaragua, la que posteriormente se transformó en Funeraria La Católica y la Auxiliadora S. A, la primera Funeraria que brindaría servicios funerarios a todos los sectores sociales del país, con planes de pagos desde dos córdobas semanales hasta once córdobas los servicios funerarios con mayor valor. Funeraria la Católica y la Auxiliadora S.A, fue fundada por el Señor José María Eva Zamora, originario de la ciudad de Rivas, Nicaragua, su esposa Melida Pérez de Eva, originaria de León y otros. En orden de sucesión el primer Gerente General de la empresa fue el señor José María Eva Zamora, quien fungió desde 1958 hasta 1962, después la señora Melida Pérez de Eva, durante el periodo de 1962 a 1974, posteriormente el señor José María Eva Zamora 1974 a 1984, sucesivamente la señora Yelva Eva Zamora quien fungió en el cargo durante casi 18 años de 1984 al año 2002, continuamente el señor Richard E. Rapoza Furtado originario de Oakland, California fungió en el periodo 2002 al 2007, aunque él llevaba desde el año 1969 trabajando en el proceso de crecimiento de la empresa, diseñando y supervisando la elaboración de los diferentes modelos de ataúdes que se fabricaban. Señor Roberto Alfaro Cuadra fungió en el cargo del año 2007 a 2011, Señora Jessica Christina Alfaro Rapoza 2011 a 2017 y el señor Evel Antonio Zuniga Jiménez desde el año 2018 a la fecha.

La empresa Inició en la Calle Colon, luego se trasladó a la Calle 11 de julio en la antigua Managua, actualmente Cementerio San Pedro, frente al Edificio del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) donde permaneció, hasta el terremoto de 1972, que trajo como consecuencia la devastación de la ciudad de Managua y su traslado temporal al departamento de Masaya. Funeraria La Católica y la Auxiliadora, S.A. ha sido una empresa que durante décadas ha demostrado ser pionera en el sector funerario, siendo la única funeraria que se caracteriza por tener su propia fábrica de ataúdes con un proceso productivo industrializado con acabados de primera y con presencia a nivel departamental

La visión de los fundadores fue siempre brindar servicios funerarios a las personas de todos los sectores económicos y de esta forma romper con cualquier barrera que limitara el acceso a un servicio funerario, reconociendo así, el derecho de igualdad de todas las personas en la obtención de un servicio funerario digno. En los años sesenta la empresa implementó la famosa modalidad que permitía a las personas que compraran un contrato de servicio funerario, participar en una rifa mensual en la que los dueños de la empresa obsequiaban un cheque de un mil córdobas al ganador, publicándose la fotografía del ganador en uno de los diarios de circulación nacional de esa época.

En los años setenta, la fábrica dirigida por el señor Richard E. Rapoza Furtado, además de fabricar ataúdes de diferentes modelos, desde el año 1958, incursiono en la elaboración de lavatrastos, lavamanos, baños, hieleras todos de fibra de vidrio, los cuales fueron producidos en las instalaciones ubicadas en la 14 de septiembre, para posteriormente ser instalados en las viviendas del Reparto Rubenia que se construía en ese momento. Al final de la década de los años 80 Funeraria La Católica y la Auxiliadora, S.A, hizo su propio edificio frente al Recinto Universitario Carlos Fonseca Amador, conocido como Rucfa, donde actualmente permanece su casa matriz con agencias en los departamentos de Nagarote, Boaco, Santo Tomas, Chinandega, Matagalpa y Jinotega.

A inicio del año dos mil, se modernizaron todos los servicios y se introdujeron las salas de velación, con una capilla hermosa cuyo techo es en forma de cúpula con color cielo, que representa la nueva morada, una vez finalizado nuestro camino en la tierra

Funeraria La Católica y la Auxiliadora, S.A., se ha caracterizado por mantener buenas relaciones humanas y un excelente clima laboral, fomentado valores como la disciplina, respeto a la dignidad humana, libertad de culto, equidad de género y compromiso con las metas trazadas. Incentivando en el personal la educación en todos los niveles, que les permita ser promovidos en casos de plazas vacantes, acordes a sus conocimientos y habilidades. A la fecha seguimos adecuando nuestros servicios, cumpliendo nuestro eslogan con toda la sociedad nicaragüense, asumiendo con solidaridad, humanidad y determinación que: “Somos sus mejores amigos en el dolor”, como el mayor compromiso que sólo la primera empresa del sector funerario en Nicaragua puede asumir

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